Una pregunta súper frecuente en el consultorio es: ¿cuándo es necesario realizar una resonancia o una tomografía del cerebro o la columna cervical? En este post vamos a tratar de responder esta pregunta.
¿Cuando usamos un estudio y otro? La resonancia nos sirve principalmente cuando queremos ver el tejido cerebral y la médula espinal y sus raices, pero no llega a ver prácticamente el hueso y otras estructuras del cráneo o del cuello. La tomografía, nos sirve para ver hueso y los tejidos blandos (grasa, músculo, glándulas, etc), pero tiene muy mala definición para ver el tejido cerebral.
¿Y cuando vamos a pedir un estudio?
En general, vamos a guiarnos por las "banderas rojas", esas situaciones que nos hablan de que el dolor podría estar causado por una causa secundaria, es decir, por una alteración física que genere dolor.
Debemos recordar que la mayoría de los dolores de cabeza son benignos y no requieren estudios de imagen. Sin embargo, hay ciertos casos en los que estas pruebas son necesarias.
Las principales banderas rojas son: fiebre, síntomas neurológicos, cefalea en estallido, edad mayor a 50 años, aumenta con la tos o el esfuerzo, empeora con el pararse/acostarse, la peor de la vida, se da en un paciente con embarazo, inmunosupresión, anticoagulación, cáncer, etc.
La principal indicación es cuando aparecen síntoma neurológicos nuevos: pérdida de sensibilidad, debilidad en un brazo, una pierna, cambios en la visión, dificultades del habla. En estos casos podría ser conveniente realizar una resonancia o una tomografía para descartar problemas más serios y normalmente la vamos a pedir en forma urgente cuando los síntomas se presentaron en forma abrupta o aguda.
Otra situación en la que se recomienda siempre hacer una imagen del cerebro es ante cefaleas que tienen un inicio repentino y muy intenso, la famosa "cefalea en estallido", en "trueno" o la "explosión" en la cabeza. Esto es que el dolor haya llegado a un máximo insoportable en menos de 1 minuto desde el inicio. Estos casos pueden estar relacionados con una hemorragia o un accidente cerebrovascular, por lo que es importante descartar estas condiciones graves lo antes posible, vale la pena concurrir a una guardia en estos casos.
En los casos de cefaleas que no respondan a ninguna medicación analgésica solemos pedir imágenes para descartar condiciones de poca frecuencia más que para confirmar un diagnóstico presuntivo, al contrario que en los casos anteriores donde estamos buscando una lesión específica.
Siempre recuerden que en las cefaleas primarias lo más común es que los estudios sean completamente normales o tengan hallazgos que nada tienen que ver con el dolor de cabeza.
En cuanto a la columna cervical, se suele indicar una resonancia en casos muy específicos. Por ejemplo, si tienes antecedentes de traumatismo reciente en el cuello o si presentas dolor en el cuello que se irradia hacia los hombros (si, los hombros porque la gran mayoría de los nervios que salen del cuello van a inervar a los hombros). Estas pruebas nos permiten evaluar las estructuras de la columna cervical y descartar lesiones o anomalías que podrían estar causando dolores de cabeza.
Ahora bien, los estudios no son gratis, y no hablo solamente de los costos económicos. También hacer estudios "de control" cuando son innecesarios nos ocupa tiempo de nuestra rutina, nos expone a ruidos o radiaciones, nos pueden generar muchísima ansiedad algunas palabritas que no entendemos en los informes (y resulta que no era nada), y a veces nos genera mucha más frustración que nos salgan normales (cuando ya sabíamos que iba a dar normal), no hablemos de posibles efectos colaterales en caso de agregar contraste, y por último, ocupa un espacio de alguien que necesita el turno para una urgencia (recuerden que les dieron turno para 3 semanas).
¿Vale la pena realmente hacer estudios cada tanto si no hay algo que nos aporte?
En resumen, la decisión de hacer un estudio u otro depende siempre de qué queremos ver y si vale la pena exponernos a todo lo demás.
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